miércoles, 19 de febrero de 2014

Sala del Agua

Hasta finales de 1800 el agua que abastecía a la ciudad de Sanlúcar estaban canalizadas desde el Poso Amarguillo y de la Fuente Vieja, además de los pozos particulares que había en algunas fincas o casas, así como algunas fuentes convenientemente distribuidas para el consumo de agua de los vecinos y animales, pero desde luego parecía totalmente insuficiente para la población que en esos momentos tenía la ciudad de Sanlúcar de Barrameda.
Es el año 1871 cuando el Ayuntamiento trata del abastecimiento de agua a la ciudad y decide que aunque ello supondría un gran desembolso económico, que nunca contaba la ciudad,  había que dar una solución al abastecimiento de agua de una forma que a largo plazo quede remediado el problema de la falta de agua.
Para este trabajo se pide opinión al técnico Ángel Mayo, que no sin antes realizar los correspondientes estudios de los terrenos y de las posibilidades, presentó un informe según el cual se podría dar a la ciudad el doble de agua de la que necesitaba en esos momentos.
El 14 de febrero  se nombre una comisión que sería la que se encargaría de que se elaborase el proyecto, que fue aprobado, junto con el proyecto y el presupuesto el 13 de abril de 1872.
Pero las cosas no serían ni tan rápidas, ni tan fáciles como se podría pensar, que las aguas venían lentas, ya que todavía debería pasar un año hasta sacar a subasta la obra, y además quedó desierta en el primer intento y más adelante se daría a Antonio Lazo, siendo el director de la misma el ingeniero Manuel Pardo.
Para realizar el proyecto se expropió una huerta de naranjos que se encontraba junto al Botánico, que tenía por nombre Santo Dios, que daría nombre a la zona y que era propiedad de Rafael López Rodríguez.
La colocación de la primera piedra de las obras de la Sala del Agua tuvo lugar el día 24 de junio del año 1876, a las seis de la tarde.
Pero los problemas parece que no habían acabado, porque cuando había pasado casi un año y estaba la obra a punto de terminar, descubren que en la misma existen algunas filtraciones, por lo que se cesó al director de la obra y se encargó de la misma el arquitecto municipal, Baldomero Botella, que  fue el que la terminó y la recepción de las mismas por parte del Ayuntamiento fue el 14 de febrero del año 1881.
El edificio continuó funcionando durante muchos años, distribuyendo el agua que servía a todo el vecindario de la ciudad, hasta que ya se hizo pequeño, buscando unos nuevos métodos de abastecimiento del agua.
Hoy en día es el vivero municipal aquella parcela y se encuentra en total funcionamiento, siendo el local lugar de almacenaje de materiales y herramientas.
Agraceder al amigo que hizo las fotos en esos lugares donde yo no podía subir.



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