sábado, 9 de abril de 2016

Ntra. Sra. de Bonanza, según Velázquez Gaztelu

Juan Pedro Velázquez Gaztelu, Regidor perpetuo de la ciudad y Diputado Archivista  en su libro Fundaciones de todas las Iglesias, Conventos y Ermitas de la muy noble y muy leal ciudad de Sanlúcar de Barrameda, escrito el año 1758 y que fue publicado el año 1995 por A.S.E.H.A, nos cuenta lo siguiente sobre la iglesia de Ntra. Sra. de Barrameda:

En el tratado del término territorial de esta ciudad y aldeas que le perteneciera, dejando sentada que una la de Barrameda, cuya extensión comprendía lo que ahora San Jerónimo, sus pinares, y la costa marítima llamada de Sanfanejos, propio puerto de esta ciudad en cuya orilla hubo población antigua anterior al descubrimiento de las Indias, que éste, hizo después mucho más numerosa, como largamente se explica en el citado lugar.
Para que aquellos habitantes pudiesen oír misa y frecuentar los santos sacramentos les hizo fabricar la iglesia de Ntra. Sra. de Bonanza el señor don Juan de Guzmán, III duque de Medinasidonia, cuya incontestable noticia hemos encontrado en Madrid en el archivo de su excelentísima Casa, donde por un artículo de cuenta número 79 del libro horadado de las del año de 1503 se evidencia con la expresión siguiente:
"Diego Martín, albañil, vecino de Sanlúcar, cargo e data año de 1503. El dicho Diego Martín, albañil, ha de haber por toda la obra de albañilería de la iglesia que el señor duque mandó facer en su lugar del puerto de Barrameda, la cual obra se remató en él, en 45.000 maravedíes según parece por el remate, que pasó ante el escribano público de Sanlúcar".
Siguen después las partidas de data. Y en las cuentas de Luis de Vargas, recaudador que era entonces de Sanlúcar que están en el mismo libro dice así:
"Por carta del señor duque fucha a 17 de mayo de este año, por la cual manda al dicho Luis de Vargas que dé a Diego Martín, albañil, su vasallo de la villa de Sanlúcar, 15.000 maravedíes que son que ha de haber del tercio primero de 45.000 en que se remató en él toda la obra de albañilería de la iglesia que su señoría mandó hacer en dicho lugar del puerto de Barrameda, según parece por el remate y condiciones que pasó ante el escribano público de la dicha villa, los cuales manda que le libren en una renta de la dicha villa de Sanlúcar."
Sigue luego con otra partida, con que se cierra la cuenta, en que dice:
"Por cuenta del señor duque fecha a 8 de noviembre de este año por la cual manda al dicho Luis de Vargas que dé a Diego Martín, albañil, vecino de Sanlúcar, 30 mil maravedíes que son que ha de haber a cumplimiento de 45 mil porque él tomo a destajo la obra de la iglesia que su señoría mandó hacer en el lugar del Puerto de Barrameda; y manda su señoría a Alonso de Vides que los pague de los maravedíes que cobra por el dicho Luis de Vargas, los 15 mil al tiempo que pareciere que se han declarado por el contrato que tiene hecho de la obra que ha de hacer”.
Y a la espalda de estos libramientos están los recibos del maestro Diego Martín, albañil.
Cuando se labró esta ermita, había poco más de sesenta años que los monjes de San Jerónimo, habían fundado en el sitio de otra ermita, en el sitio de la ermita de Ntra. Sra. de Barrameda no muy distante del Puerto; con que fue consecuente que por sacerdotes más vecinos y a quienes el señor duque don Juan III tenía suma devoción, les encargase del servicio y culto de la nueva iglesia que acababa de edificar, en cuya posesión se mantienen a esta fecha, y en ella les cogió el descubrimiento de las Indias (eso es, la Nueva España y Perú, pues sólo estaban descubiertas entonces las islas y avistado el continente) y el gran progreso de su comercio y la opulencia y gran frecuentación de nuestro puerto.

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