viernes, 13 de mayo de 2016

Pozos de Sanlúcar, según Manuel Barbadillo

El año 1977, Manuel Barbadillo publica el libro Olvidos Históricos, y en él aparece un texto del Manual de la provincia de Cádiz, de Luis de Igartuburu del año 1847, sobre los pozos de Sanlúcar de Barrameda, que por su curiosidad transcribo, aunque ya ninguno de ellos queden o si están se encuentran en estado de no potabilidad:

A Sanlúcar, hasta mediados del siglo XIX, no venían los forasteros buscando su mar ni la delicia de su clima veraniego; venían buscando sus aguas medicinales, de las que, según juicio e incluso de especialistas, “se obtenían remedios para todos los males. Veamos: Fuente del Pino, hemorroides; Piletas Nuevas, diarreas; Huerta de la Cruz, obstrucciones del hígado; Pozo de Santo Dios, infartos de las primeras vías; Pozo Morisco (Iglesia de San Jorge), dispepsias; Colalta, palpitaciones; Pozo de la Viuda (Algaida), afecciones cutáneas; Huerta de el Medio, vías urinarias; San Jerónimo, erisipela; Tollo Rodríguez (Espíritu Santo), infartos esplénicos; Pozo Escolapio, vómitos; Tollo del Pino, afecciones nerviosas; Quinta de los Montañeses, gastralgias; Fuente Vieja, desarreglos digestivos; Pozo de San José y Santa Ana (Las Cuevas), pirosis; Pozo de Guía, afecciones hidrópicas; Piletas Viejas, atonías generales;  Pozo de Bonanza, enfermedades del pecho.

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