martes, 3 de abril de 2018

La Bonanza de los setenta


El reportajito de hoy quiero dedicarlo a Bonanza, a la Bonanza de los  años setenta cuando todavía estaban las moreras por las  calles, antes de que las arrancaran para construir la calle y el acerado. Yo lo recuerdo perfectamente, la parte central era asfalto y los laterales arena.
En la primera foto se ve el bar La Marina, de Belica, con las sillas y las mesas de madera. Por la tarde regaba todo, ponía las sillas y las mesas y sacaba el televisor, que la mayoría todavía no tenía televisor en su casa, y nos comprábamos una pepsi o una mirinda para ver algunos de los programas del momento. De aquella época recuerdo El Santo, Historias para no dormir o Usted puede  ser el asesino.
La cantidad de hojas que soltaban las moreras, y ahí estaba el Anchón, que era el encargado de recogerlas, lo vemos con el carrillo de mano y  con las escobas.
El seiscientos de Berenguer, que era consignatario de aduana y vivía en la casa donde está  el coche.
En aquella época aun no habían tirado con nocturnidad  y alevosía el  cuartel de la Guardia Civil, y vivían algunos de mis amigos, Tomás, Manolo, Ana Mari, Juani.
Una época muy bonita, porque como había y pasaban muy pocos coches las calles del barrio eran nuestras y podíamos disfrutarlas. 

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